tag:blogger.com,1999:blog-8672908554954790462024-03-08T03:17:22.764-08:00xtremjuicethrising11http://www.blogger.com/profile/10098690409668039464noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-867290855495479046.post-63252125977438935802011-12-04T19:10:00.001-08:002011-12-06T20:22:35.040-08:00Extrañar mucho<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Tres veces por semana, un hombre de 62 años viaja
desde Wilde para lustrar zapatos en la calle Florida. Se llama Temoteo
Alexandrovich. Es ruso. Llegó a nuestro país en 1997, y desde entonces se gana
la vida para que sus dos hijas puedan estudiar en <st1:personname productid="la Universidad. Temoteo" w:st="on">la Universidad. Temoteo</st1:personname>
espera el 159 en la parada lindante a la estación Wilde del Roca. Casi dos
horas más tarde, despliega en la vereda de Florida su set de tinturas para
zapatos de la marca Washington, sus cuatro cepillos, su franela. Pasarán 12
horas antes de que los guarde en la misma caja que usa de estribo para sus
clientes, y pueda volver a su hogar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Se olvida de los artículos cuando habla. “Vine en 97,
con mi familia y mis ahorros”, dice. Antes de su llegada al país, durante 10
años, fue asistente de un funcionario público en el Politburó moscovita, el
máximo órgano ejecutivo de los partidos políticos durante el régimen comunista.
“Luego de caída (de <st1:personname productid="la URSS" w:st="on">la URSS</st1:personname>),
nada volvió a ser lo mismo. Tuvimos que sacar a mis hijas de escuela antes de
venir”, dice.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Su primer benefactor en Argentina fue John. Le ofreció
ser lustrabotas, le enseñó el oficio y consiguió los elementos. Cabe aclarar
que lo único que tiene de extranjero John es el nombre artístico. Es de <st1:personname productid="La Pampa. Tiene" w:st="on">La Pampa. Tiene</st1:personname> 67 años.
“Es un trucho. Viene de <st1:personname productid="la Patagonia" w:st="on">la
Patagonia</st1:personname>, toma mate todo el día, no labura y se vanagloria
por ‘trabajar’. Es un bolacero”, dice “el místico”, uno de los manteros
compañeros del ruso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">En sus catorce años en Argentina, Temoteo solo lo
habrá visto unas 3 veces. La primera, cuando John era remisero. “Yo lo ví al
rusito, con una cara de tristeza que partía, viste, es por eso que le dí laburo
de lustrabotas, mi oficio anterior. Trabajaba para la remisería Prestige en
Wilde cuando lo conocí. Yo fui a buscarlo a Ezeiza”, dice. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">John debe ser uno de los primeros personajes de
Florida. Desde antes de la caída de <st1:personname productid="la URSS" w:st="on">la
URSS</st1:personname>, desde antes de 1997, desde antes de que Florida fuese
“Florida”. Con un plazo hasta los 10 de cada mes, manda a alguien a reclamar el
alquiler. Temoteo arrancó pagándole 150 pesos al mes por el espacio y hoy, 500.
“John es bueno, solo me dio oportunidad”, dice el lustrabotas. Sus compañeros
piensan distinto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">El ruso no está solo. Lo acompaña Luis Gamarra, un
paraguayo de 35 años que viajó por toda Latinoamérica lustrando zapatos, y hoy
hace parada enfrente a Galerías Pacífico junto a su colega. Para no sentirse
solo, le ceba mate. “Dame mate”, dice el ruso. El paragua se lo da. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Las historias de Temoteo y Luis son distintas. Más
allá de sus orígenes, ambos recorrieron largos caminos antes de encontrarse en
otro país al suyo. “Yo llegué hace 6 años nomás, Temoteo hace <st1:metricconverter productid="14”" w:st="on">14”</st1:metricconverter>, dice Luis. “Dame mate”,
interrumpe el ruso. Luego de que se lo da, su colega retoma: “Yo viajé por
Latinoamérica con este trabajo. Estuve en Río, Caracas, Barranquilla, Lima,
Santiago y Buenos Aires. Aprendí mucho. La historia de Temoteo es distinta.
Vino directamente acá y para laburar”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">“Lo que la gente no comprende es que Temoteo tiene
inculcada la cultura del trabajo. Se desloma durante 12 horas para poder ayudar
a su familia y en días buenos, puede atender a más de 20 personas. Esa es la
diferencia entre el ruso y John. A ese tipo más vale perderlo que encontrarlo”,
dice Gamarra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Luis no puede ver a John. En una oportunidad, el ruso
no había podido juntar toda la recaudación y John apareció a reclamarle el
alquiler, en un tono altanero. “Al tipo lo único que le interesa es la guita.
Recuerdo que agarró dos latas de tintura, un cepillo y su paquete de
cigarrillos. Luego le dijo que quería su plata y se fue con sus cosas. Casi lo
salgo a buscar cuando me enteré”, dijo Luís. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Con una pronunciación particular, la voz del moscovita
suena ronca, dubitativa y con olor a cigarrillo. “Desde los 20 fumo”, cuenta.
Su colega prefiere el mate antes que el tabaco. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">En los tiempos que corren, la situación de los
manteros y trabajadores de la calle florida, entre ellos la de los lustrabotas,
ha ido creciendo por la finalidad turística que tiene la calle porteña, y el
momento de la economía en el país. “En época de Menem, fue bueno. En 2001, no
había trabajo. Por eso no fueron mis hijas a universidad”, recuerda el
ruso. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Consciente del poder que otorga el estudio, Temoteo
aconsejó a sus dos hijas, Katerina y Olga, que estudiaran en <st1:personname productid="la Universidad" w:st="on">la Universidad</st1:personname> de Buenos
Aires, luego de ir a un colegio público en Wilde. “Se recibieron en 2000 y
estudian desde <st1:metricconverter productid="2005”" w:st="on">2005”</st1:metricconverter>,
dice, mientras mira sus manos cubiertas con callos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">Katerina, de 31 años, es la mayor y solo le quedan
ocho materias para recibirse. “Estoy orgulloso de mis hijas. Olga hace fotos,
como su madre Anna, y vende. Katerina, médica”, dice. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">“Anna trabajaba en Ria Novosti”, dice. Ya nada es lo
mismo desde 2006 para él. Su esposa falleció ese año por un cáncer en el útero
que tenía desde 2004. Con los ojos un poco humedecidos, se reprime y no quiere
hablar. Se acomoda su gorra blanca. “Extrañar mucho”, dice, luego de un
silencio prolongado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-¿Te costó
mucho adaptarte a este país? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-Sí. Mucho.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-¿Tanto
como quedarte solo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-No estar
solo. Están Katerina, Olga y Luis. Pero extrañar mucho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-¿Pero sus
hijas planean quedarse con usted? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">-No. Me
duele hablar esto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;"> No puede ocultar su tristeza ante el
hecho de que se quedará solo sin tener a alguien con quien compartir sus
momentos. Tiene a Luís, pero no en su casa. En un tiempo, Olga se va a casar
con un abogado santafesino y se muda a esa provincia. “Voy a extrañar mucho.
Pero es viaje distinto”, dice. La hija cuando se case comenzará un proyecto de
fotos financiado por su futuro marido y una firma de abogados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;"> El proyecto de Olga es distinto al
de su padre. Ella viaja no solo para buscar una solución, sino para armar una
familia y el proyecto de su vida. Temoteo ya había armado el suyo antes de
llegar a Argentina. Viajó, trabajó y vivió de una manera para que casi 15 años
después, su hija, pudiese viajar para armar su futuro. “Estoy triste, pero
feliz por ella”, dice, luego de pedir un amargo más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Tahoma; font-size: 10pt; line-height: 200%;">“Dame mate”, agrega. Pero ya no queda agua y yerba. Su
compañero lo ayuda a guardar las cosas. Cuando hubieron guardado todo, un
compañero mantero le alcanza un mate advirtiéndole que estaba frío. “No
importa, gracias. Me gusta mate”, dice y agarra su caja rumbo a la parada del
159, aguardando un próximo día de trabajo. <o:p></o:p></span></div>thrising11http://www.blogger.com/profile/10098690409668039464noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-867290855495479046.post-81723955783593565672011-11-17T10:56:00.001-08:002011-12-06T20:22:42.958-08:00Pizza, birra y tristeza<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Dos vasos altos. Dos personas de
diferentes edades, probablemente madre e hija, brindan con Stella Artois en el
bar “Vía Pacífico” de avenida Santa fe y Godoy Cruz. </span><span style="line-height: 200%;">Toda la gente charla, toma cerveza, prueba distintas variedades de pizza:
fugazzetta, muzzarella, napolitana, de jamón y morrones, con palmitos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR"> Ella, sin embargo, no
prueba nada. Solo mira su celular y llama. Ocasionalmente se refriega los ojos
e intenta no dar muestras que está aburrida, cansada y con ganas de “patear el
tablero” para no quedarse sola como esta vez. Alrededor de ella, el mundo ebrio
y comilón se mueve con algarabía, mientras su imagen permanece inmóvil, sin
tiempo ni espacio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR"> Únicamente pide un
porrón de Heineken para que no la echen del lugar, se acuesta sobre la mesa y
se levanta con cara de hastío y tristeza. Los colores que viste acompañan su
estado de luto. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Vuelve a mirar el celular y a llamar.
Cuando finalmente la atienden, los papeles se invierten por 10 segundos: el bar
permanece inmóvil ante el grito de ella.
“Sos un imbécil”, dice, e inmediatamente después llega el mozo con su porrón de
Heineken.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<span lang="ES-AR"> Paga en el instante en
que le sirven. Toma solamente lo servido en el vaso, se arregla los pelos y se
va directo a la puerta mientras más de uno del bar la mira de reojo. El mundo
ebrio y comilón sigue en algarabía. Ella se va caminando por Godoy Cruz. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%;">
<br /></div>thrising11http://www.blogger.com/profile/10098690409668039464noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-867290855495479046.post-55018550847909218942011-10-27T09:05:00.000-07:002011-12-06T20:22:49.221-08:00Día de Votación<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;"><i>Volanta</i>: 23 de Octubre, elecciones presidenciales nacionales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;"><i>Título</i>: Día de votación en la Escuela N° 21 </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;"><i>Bajada</i>: Más de 3000 personas se acercaron a la escuela n° 21 del barrio de Saavedra para emitir su voto. Un día visto desde las urnas. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">Los relojes de los presentes marcaron las 6 de la
tarde y con un “Vamos todavía!” hubo un unánime aplauso en la escuela número 21
en Saavedra por la finalización de un día agitado de votación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">En la mesa 5487, una señora de blusa roja y cara de
dormida, tras un largo bostezo, sonrió al comprobar que la puerta del colegio
ya se encontraba cerrada. Lo mismo sucedía con las mesas 88, 90 y 93, salvo que
ninguno de ellos usaban blusas rojas. Algunos sí tenían caras de dormidos. Casi
todos los presentes estaban sonriendo, esperando los resultados. Representantes
de distintos partidos políticos, charlaban, tomaban mate, discutían, se reían y
miraban a los fiscales de mesa a que contaran los votos de la gente. Todos los
presidentes de mesa, con el ojo puesto en sus urnas para que ningún oportunista
intente desviar la opinión de quien se había acercado a sufragar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">El aplauso general siguió por unos minutos mientras
sucedía todo esto. Próximamente se contarían los votos y se sacaría un
resultado. No se veían porcentajes ni tendencias, ni periodistas opinando, ni
analistas políticos, ni artistas. Solo maestros y gente que vivía por la zona.
Era el detrás de escena. Era el reconocimiento de la voluntad para quien quería
ayudar en estas elecciones. “Un aplauso
para todos los aquí presentes!” dijo la señora de la mesa 87, y se aplaudió
nuevamente, pero con menos intensidad que antes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">En la mesa 5492, con el mate en mano y la alegría de
haber pasado la primera experiencia en una mesa de votación, mientras aplaudía
por segunda vez y miraba su urna, el joven de
27 años de camisa blanca y pantalón verde, presidente de mesa, aguardaba
ansioso el conteo de los votos de la mesa. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">Había chequeado los documentos de los votantes,
firmado y sellado en las últimas hojas del DNI, y mirado el estado de las
boletas dentro del aula. Había sellado
también las manos de los más chiquitos, que iban junto a sus padres a dar su
voto. “Yo quiero sellito” dijo una nena rubia de tres años con dos colitas y la
remera de backyardigans color rosa. Puso la manito en la mesa, puso cara de
hacer fuerza mientras se la sellaban y se fue feliz por el patio dando pequeños
saltitos. La mano la mantenía en alto. Varias personas miraron ese momento y
suspiraron de ternura. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">El lugar comprendido entre diez mesas de votación,
desde la <st1:metricconverter productid="5486 a" w:st="on">5486 a</st1:metricconverter>
la 5495, ahora vacío, había visto más de tres mil personas para emitir su opinión
en las urnas desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Candara; font-size: 13pt; line-height: 200%;">Era el día de votación. Era el día en que 30 millones
de personas alrededor del país hablaron a través de la urna. Era la
historia en el colegio n° 21 de Luis María Saavedra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>thrising11http://www.blogger.com/profile/10098690409668039464noreply@blogger.com0